Hoy celebro el cumpleaños de mi padre, el doctor Neftalí Victoria Armengual (en paz descanse) con el relato que él mismo escribió sobre su nacimiento. Besos hasta el cielo mi amadísimo Lichito.
"Nací en la ciudad de Cordoba Ver, el 3 de Septiembre de 1923, mi padre Prof. Farmacéutico Neftalí Glafiro Victoria Rivera y mi madre Sra. Leonor Armengual Moreno de Victoria a los dos años aproximadamente, el 21 de Agosto de 1925 nació mi hermano Leopoldo de los mismos apellidos y poco tiempo después, nos trajeron a vivir a la ciudad y puerto de Veracruz. Nuestros padres para entonces tenían ya cinco hijos, la mayor Victoria Julia, le seguían Berta Antonia y Silviano Mario que era cinco años mayor que yo, por haber fallecido nuestro hermano Neftalí. Con el fin de mejorar sus ingresos económicos y su preparación profesional a requerimiento de un familiar el Sr. Abelardo Correa le ofreció a mi padre la gerencia y la responsiva de la farmacia 5 de Mayo, ubicada en esta misma calle y la de Esteban Morales. Además aceptó la responsiva de la Farmacia Principal y la del Mercado, nos radicamos en ese tiempo en los altos de la Farmacia 5 de Mayo en una casa grande donde estaban nuestros abuelos, padre de mi madre, Sres. Antonio Armengual Uscanga y Anita Moreno de Armengual, nuestros tíos Ismael , Leopoldo y Margarita. Después de un tiempo nos cambiamos al numero 33 de la calle de Esteban Morales en la parte baja de la casa, estaba el cuartel de Bomberos de la ciudad. Nuestra madre era persona sumamente hacendosa, pues dirigía las obligaciones del hogar y ayudaba a nuestro padre en la preparación de los productos farmacéuticos que en ese tiempo ya estaba elaborando, con fines a patentarlos en la primera oportunidad en el Depto. De Salubridad de la ciudad de México. La inscripción escolar de los hermanos mayores demandaba erogaciones fuertes de dinero que exigían austeridad a nuestros padres, por lo que nuestra madre abrió en uno de los locales de la parte baja de nuestra casa una lechería y con los ingresos contribuía a mejorar las condiciones economicas de la familia, todo esto sin detrimento de sus obligaciones de ama de casa y madre. Nunca olvidaremos sus amorosos cuidados y los detalles como aquel del pan que diariamente nos llevaba Dios a media tarde. Teníamos un mueble que era un Lava manos de madera que en la parte superior tenía un espejo en el centro una gran palangana con sus jaboneras y una cubeta donde se guardaba el agua que iba a ser empleada en el aseo de las manos cabeza y cara. Pues bien, como dicho mueble no estaba en uso, era ahí donde Dios depositaba el pan que los pequeños disfrutaríamos, cuando los domingos nos llevaban a la isla de Sacrificios en un remolcador propiedad del Sr. Lepoldo Correa hermano del propietario de la Farmacia 5 de mayo (Abelardo de los mismos apellidos). Se hacían unas excursiones sumamente agradables, para el cuidado durante la travesía en el mar nos llevaba cogidos de nuestros cinturones hasta el desembarque en la isla, donde después nadábamos y gozábamos de los juegos que nuestros mayores nos imponían como se comprenderá. Eran diversiones muy sanas de esta gran familia." (memorias de mi padre)
Foto: Mi padre y su hermano mayor, Silviano